(Guayaquil, diciembre 26).- El 26 de diciembre es un día de triste recordación no solo para la afición torera, sino también para los fanáticos del fútbol de todo el país.
Aquella fecha en 1993, en la madrugada y pocos kilómetros de General Villamil (Playas), falleció Carlos Muñoz Martínez, el delantero que apenas tres días antes anotaba un hat trick ante El Nacional, dejando al Ídolo clasificado a la Copa Libertadores de 1994.
Nació en Machala, el 13 de noviembre de 1964. Se formó futbolísticamente en Liga Deportiva Universitaria de Guayaquil, luego pasó al Everest y posteriormente defendió los colores de Audaz Octubrino, Olmedo y Filanbanco.
En 1989 se vinculó al elenco torero y al año siguiente disputó la final de la Copa Libertadores ante Olimpia de Paraguay.
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En 1992 fue goleador del torneo ecuatoriano con 19 anotaciones. Fue un ídolo dentro del ídolo, debido a la garra, la entrega total en cada uno de los partidos, esa enjundia que ahora es poco conocida por quienes visten los colores del club más popular del Ecuador.
Defendió la casaquilla torera en 42 encuentros de Copa Libertadores.
Sus grandes actuaciones lo llevaron a formar parte de la Selección en la Copa América de 1993 y en la Eliminatoria al Mundial de EE.UU. en 1994. Muñoz jugó con la Selección de Ecuador en 35 ocasiones.
La última vez que tuve la oportunidad de saludarlo y dialogar fue precisamente el sábado 25, en la cancha del colegio “Simón Bolívar”, donde se celebró una amena reunión de confraternidad de la que participaron gente del fútbol.
La madrugada del 26 el país despertó con la infausta noticia. En un accidente de tránsito, ocurrido a pocos kilómetros de General Villamil, el “Frentón” Muñoz perdió la vida.
VMA