(Sapporo, agosto 5).- El marchista cuencano Claudio Villanueva le mandó un mensaje al Ecuador y al Mundo, de fuerza y valentía al cruzar la meta de la competencia de los 50 km de marcha en los Juegos Olímpicos de Tokio, fue el último atleta en completar el recorrido, con un tiempo de 4h53’09», al llegar levantó su brazo derecho y estalló en llanto.
La prueba fue ganada por Dawid Tomala de Polonia, con un tiempo de 3h50’08», seguido por Jonathan Hilbert de Alemania a 36 segundos, el bronce se lo adjudicó Evan Dunfee de Canadá a 51 segundos del ganador.
Villanueva cruzó último la meta, pero internamente él sintió que ganó su medalla. El atleta de 33 años, le dedicó todo el esfuerzo brindado en esta competencia a su padre desaparecido, recordando todas las adversidades que ha tenido que superar en los últimos meses, la enfermedad de su hijo, la falta de apoyo que lo obligaron a migrar a España, una historia digna de ser contada.
El atleta Villanueva hace pocos meses perdió a su maestro de marcha, el también ecuatoriano Luis Chocho, padre de Andrés Chocho, quien también participó de la prueba de los 50 km de marcha, llegando en el puesto 19, siendo el quinto sudamericano en cruzar la línea de meta. El también ecuatoriano Jonathan Amores llegó en el puesto 27.
Villanueva, llegó a esta prueba como uno de los candidatos a subir al podio, ya que su mejor registro personal es de 3h47’56» en 50km de marcha, marca impuesta en Sevilla en febrero de este año. Lamentablemente el ecuatoriano sintió una molestia muscular a los 10 km, sin embargo no se rindió y brindó su mejor esfuerzo para terminar la competencia olímpica.
Su padre desapareció hace 15 años, su hijo tiene parálisis cerebral, vendió frutas, fue taxista, empezando la carrera se lesionó y ya ha pasado casi 1 hora de que llegó el primer lugar y él sigue marchando solo.
Ejemplo de que no te puedes rendir nunca. Claudio Villanueva 🇪🇨✨ pic.twitter.com/BNqfQgeMhI
— Don Futbol (@DonFutboI) August 6, 2021
No hay duda que Claudio Villanueva es la representación de la entrega y valentía que todo deportista necesita para realizar una competencia.
Emula lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de México en 1968, con John Stephen Akhwari de Tanzania, quien participó en la maratón, pero a mitad de la prueba sufrió una caída que le lastimó la rodilla y la cabeza, sin embargo nunca pensó en retirarse, todo lo contrario, le dio fuerzas para llegar a la meta, siendo el último en hacerlo. A la hora de dar declaraciones, John Stephen Akhwari declaró: «Mi país no me envió 5,000 millas para comenzar una carrera. Me envió 5,000 millas para terminar la carrera».