(Guayaquil, junio 1).- El tenista Diego Hidalgo ha vivido lo que podría calificarse como un grato reencuentro. Después de pasar más de dos meses en casa, donde lo más cercano a su deporte era golpear la pelota contra la pared, pudo jugar un breve partido con su compañero de equipo de Copa Davis Emilio Gómez, en la primera semana de retorno a los entrenamientos al aire libre.
Hidalgo y el hijo del ‘Zurdo de Oro’ Andrés Gómez son vecinos, pero no habían podido verse desde que jugaron la serie de Copa Davis ante Japón, en marzo pasado, cuando derrotaron a los nipones y se clasificaron a las finales en Madrid.
“Pude jugar con Emilio Gómez y con Andrés porque vivimos justamente en el mismo lugar, hay una cancha, nos pudieron dar el permiso, así que es un buen comienzo…”, destaca Hidalgo.
“Ha sido muy lindo poder verlos, no había visto a nadie, estaba solo aquí con mi familia. Igual no nos saludamos, no nos tocamos, solo de lejos, ni las manos estrechamos, pero puedes hablar con alguien directamente, aunque sí lo estábamos haciendo por mensajes, pero creo que mentalmente te da una libertad que no la estábamos teniendo, un poco de luz al final del túnel”, agregó.
A pesar de que no usaron la mascarilla para jugar, pues no es recomendado cuando se hace actividad física más intensa, los tenistas, campeones de dobles en los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, estuvieron muy atentos a cumplir las normas sanitarias respectivas. “Lo que hacemos es tomar distancia en cancha, tenemos el gel, dos toallas una para las manos otra para la cara…”
Hidalgo no ha desaprovechado estos dos meses, manteniéndose activo en casa con los implementos que tiene al alcance. Además, ha permanecido en contacto con su entrenador Colón Núñez y el capitán de la selección Raúl Viver.
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