¿LA NUEVA FEF, O MÁS DE LO MISMO?

¿LA NUEVA FEF, O MÁS DE LO MISMO?

(Guayaquil, julio 21).- Cuando Francisco Egas llegó en enero del 2019 a la presidencia de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), y ponía fin a casi dos décadas de la dupla Chiriboga-Villacís con el discurso de una nueva administración que cambiaría mucho de lo que sus antecesores dejaban como herencia, el periodismo, cierta dirigencia y público futbolero en general, le tomábamos la palabra, pero manteníamos escepticismo.

Más de un año después empiezan a saltar como canguil los escándalos en la administración de Egas.

Si el 2019 fue para el olvido con los problemas del piso 17 (escándalo de los seleccionados en un hotel de Brasil) la pobre participación en Copa América, sumado al hermetismo con el que manejó el problema, la FEF  más pareció un ente cómplice y encubridor, a esto sumarle el 2020 es aún desgarrador.

El año nuevo nos trajo a Antonio Cordón, que llegó como regalito de reyes magos a la FEF, el español inauguró el cargo de Director deportivo de la Tricolor y elector del nuevo DT de Ecuador.

Y es así como a mediados de enero, Jordi Cruyff era anunciado como nuevo entrenador, se había cumplido lo prometido por la nueva FEF «habemus técnico» europeo para la Tri.

Sin olvidarnos de que se estuvo en continua peregrinación en búsqueda del «sí» del alemán Jurgen Klinsmann algo que nunca se dio.

La presentación de Cruyff fue por todo lo alto incluida la presencia del primer mandatario de Ecuador, el acto contó con cámaras de humo, efectos 4K y bajo la melodía  “Imagination” de Gorgon City como fondo, en fin todo un acontecimiento. Y oh sorpresa hace pocas horas nos desayunamos que la ceremonia de presentación del europeo no había sido austera y rondaba  los $211 mil dólares, a todas vistas un despilfarro.

Con marzo llegó la época de pandemia a Ecuador era tiempo de confinamiento y todo el proceso de eliminatorias a Qatar quedó aplazado, Jordi Cruyff que entre comillas había planificado los 2 partidos iniciales de Ecuador y viendo la situación sanitaria por el COVID, cogió sus maletas y se mandó a cambiar, por aquí es más derecho había dicho el neerlandés.

Situación similar, pero con semanas de diferencia había tomado Antonio Cordón, los dos profesionales que llegaron a inicios de año como salvadores de la TRI habían huido a Europa en un abrir y cerrar de ojos.  

Mientras tanto se filtraban en Federación los mega contratos de los 2 extranjeros con cifras que bordeaban los 5 millones de dólares, aumentando la intriga e interrogante de todo un país futbolero. Sin olvidar que esta “nueva FEF” siempre se quejó de los gastos excesivos y que además  pregonaba vivir en tiempo de vacas flacas, al menos eso, nos vendieron.

A mediados de abril, causó sorpresa la reunión de Directorio, donde a Egas se lo acusaba de la no rendición de cuentas, de ignorar a su grupo de trabajo, en una especie de dictadura dentro del marco jurídico de la democracia que cobija actualmente a  la Federación.

Para mayo otro frente se le había abierto a Francisco, esta vez con la mayoría de los vocales del Directorio que organizaron un Congreso Extraordinario y resolvieron defenestrarlo, aunque la decisión tendrá que llegar de FIFA.

Semanas después medios de comunicación impresos publicaban 4 cheques pagados a  clubes y directivos de equipos de fútbol, con la firma de Francisco Egas, en un escándalo más que englobaba la figura del principal de la FEF.

 A todo esto súmele otro documento desclasificado donde existen indicios de irregularidad y que indica la aparente “donación económica” de parte de José Cifuentes (jugador transferido a Los Ángeles FC) de un cuarto de millón de dólares a las divisiones inferiores de su ex club, la Universidad Católica de Quito, todo esto con la firma del principal de FEF aún representando a su ex equipo, además de otras irregularidades que han sido sacados a la luz y que sorprenden a la comunidad futbolera.

Las relaciones rotas entre Directorio y Presidencia siguen resquebrajando a una Federación que continua a la deriva navegando en aguas de turbulencia e ingobernabilidad.

La situación del DT de Ecuador es una verdadera incertidumbre teniendo en octubre la fecha de inicio de eliminatorias a Qatar .

Todo es un caos e indecisión, la pugna de poderes arroja día a día escándalos que mancillan el nombre de una nación que lucha aún por la supervivencia en medio del caos que supone la pandemia del Covid19.

Parecería que lo único que ha cambiado en la “nueva FEF “es el logo institucional, porque tenemos más de lo mismo y esto parece que va para largo. La Federación camina cual acróbata vendado haciendo equilibrio y sin red.