(Quito, agosto 20).- En la mitología griega, la antigua diosa era la personificación del ideal de la victoria. Nike es el origen del logo y el nombre de la firma Nike, que realizó un homenaje a las campeonas olímpicas de plata Lucía Yépez y Glenda Morejón, junto a las atletas Mary Granja y Nicole Caicedo, en el Quicentro Norte, el 16 de agosto.
Las medallistas compartieron sus historias, trayectoria en el conversatorio; junto a las atletas Mary Granja y Nicole Caicedo, quienes participaron en París en 200 y 400 metros. Mary y Nicole forman parte del equipo auspiciado por Nike Running, y fueron homenajeadas por la marca ante el público por su trabajo en los JJOO.
Martín Sánchez, representante de Nike Ecuador; entregó a las deportistas, las estatuillas representativas de la diosa griega de la victoria (Niké). «Ellas son un ejemplo y representantes de la marca. Buscamos brindar herramientas para que los deportistas tengan el mejor desempeño. Queremos que las atletas nos hagan emocionar y llorar. Y lleven a Ecuador a la cima del mundo; ellas lo lograron», afirmó Sánchez.
Morejón destacó como el deporte es una oportunidad para superarse en la vida y animó al público a apoyar a niños y jóvenes para practicar una disciplina y despertar su pasión.
La marchista contó sobre su trabajo mental y revivió su participación en Tokio 2021, donde se retiró por agotamiento. «No estaba bien mental y emocionalmente, debido a una lesión por la que paré un mes; y otras afecciones médicas y físicas, sin diagnóstico hasta ese momento. Mi familia es un pilar en mi vida porque siempre han creído en mi. Mi hermano me decía, todo está en la mente. La mentalidad es lo que nos diferencia de las grandes potencias», cuenta Morejón.
Una medalla olímpica de plata, un diploma y un anillo de compromiso fueron las vivencias de la marchista en París 2024. Y le espera la nueva aventura en Los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028.
‘La Tigra’ tiene una sonrisa que contagía alegría y un sentido del humor con el que relata su historia con bromas y anécdotas.
Lucía Yépez agradeció a su familia por apoyar sus sueños. A su entrenador lo describió como si fuera su padre, y le agradeció por las cinco medallas que tiene en su palmarés.
De pequeña enfrentó la frase «no puedes». «Siendo una niña siempre peleaba por un juguete o un balón, contra niños de mi edad o mayores que yo. Buscaba ganarles, aprendí de ellos, analizaba sus movimientos y la técnica que usaban para mejorar», cuenta Yépez. Confesó que utiliza la técnica de visualización de sus sueños: los dibuja, les comparte a sus seres queridos, y trabaja para ellos.
Su personalidad arrolladora le ayuda a confiar en sí misma, en su proceso y su técnica. Se automotiva previo a una pelea para ingresar tranquila al ring y dar lo mejor.
Su disciplina y dedicación la llevan a la victoria, pese a las derrotas o las lesiones. En una pelea utilizó el remedio de las ‘abuelitas’. En un combate final tenía partido su pómulo y aplicó la tela de la cáscara de huevo para cicatrizar, en Guatemala. Se recuperó y logró la victoria.
«Si pierdo o gano, siempre disfruto. Si amas el deporte debes vivir cada paso y proceso. Le dije a mi entrenador, un día le voy a dar a la japonesa. Me voy a preparar muy duro. Hasta las torres más grandes caen. Y voy por el oro», cuenta entre risas Yépez.
Las deportistas firmaron autógrafos y compartieron fotos con el público presente, que realizó grandes filas para conocer de cerca a las «Diosas de Nike», representantes de la marca multinacional estadounidense.