(Guayaquil, octubre 2).- Jorge Guzmán, presidente de Club Sport Emelec, respondió este viernes a la medida de fuerza adoptada por el plantel profesional, que resolvió no entrenar hasta recibir los salarios atrasados. El dirigente cuestionó la actitud de los jugadores y reveló que han cobrado más de $300,000 en premios por partido, además de anunciar que acudirá personalmente a Los Samanes con el departamento de contabilidad para aclarar la situación.
Las declaraciones del máximo dirigente eléctrico agregan una nueva dimensión al conflicto laboral que paraliza las actividades del primer equipo.
Cuestionamiento a la Posición del Plantel
En declaraciones para WQ Radio, Guzmán expresó su desacuerdo con la medida adoptada por los futbolistas. «No entiendo la actitud de los jugadores, he hablado hace unos minutos con el capitán León y le he explicado que nosotros no tenemos esos meses, y que lo que sí queríamos es pagarle», manifestó el presidente.
El dirigente señaló que existe una divergencia entre lo que reclaman los jugadores y lo que la dirigencia reconoce como deuda pendiente, situación que intentará aclarar mediante la revisión contable anunciada.
Revelación sobre Premios Cobrados
Guzmán fue contundente al referirse a los premios que habrían recibido los futbolistas durante la temporada. «Hemos hecho acuerdo de pago con ellos, además ellos han cobrado premios que lamentablemente no se reflejan en los resultados porque los premios es por la obtención de algo», declaró el presidente eléctrico.
Posteriormente agregó: «Es decir la situación de los jugadores no la entiendo, han cobrado más de 300 mil dólares por premio que fueron por partido, nadie los ha castigado a ellos por perder partidos», cuestionando así la coherencia entre los premios recibidos y el rendimiento deportivo mostrado por el equipo.
Anuncio de Auditoría en Los Samanes
El dirigente anunció que acudirá personalmente a las instalaciones del Polideportivo de Los Samanes para realizar una revisión exhaustiva de las cuentas. «Mañana iré a Samanes con contabilidad para ver lo que pasa», informó Guzmán, sugiriendo que existe la necesidad de clarificar las cifras exactas de lo adeudado al plantel.
Esta acción busca establecer con precisión cuáles son las obligaciones pendientes reales y confrontarlas con los reclamos realizados por el capitán Fernando León en representación del plantel.
Escalada del Conflicto Institucional
Las declaraciones del presidente evidencian posiciones encontradas entre la dirigencia y el plantel sobre los montos adeudados. Mientras los jugadores denuncian atrasos de entre tres y ocho meses de salarios, Guzmán sostiene que «no tenemos esos meses» de deuda, sugiriendo una discrepancia en la contabilización de las obligaciones pendientes.
Esta diferencia de percepciones complica la resolución del conflicto y genera incertidumbre sobre cuándo se normalizarán las actividades del primer equipo.
Presión sobre el Rendimiento Deportivo
La mención de los premios cobrados y su relación con los resultados deportivos introduce un elemento adicional de tensión en el conflicto. El cuestionamiento del presidente sobre premios que «no se reflejan en los resultados» podría interpretarse como una crítica indirecta al rendimiento del plantel durante la temporada.
Esta situación deja al equipo en una encrucijada donde debe resolver tanto los aspectos económicos como deportivos que han generado esta crisis institucional sin precedentes en la historia reciente del club.
